Me lo dejo o me lo cambio


Cuando ya estábamos acostumbrados a su descomunal trasero y a que cambiara de marido como de zapatos, JLo llena titulares porque ahora es Jenny Affleck. No lo había hecho ni con el balsero, ni con el rapero, ni con el "cantante" ni con el pelotero. Y siempre la veíamos muy independiente sobre todo por aquello de sus amoríos.
Vamo a ser serio.
Mrs. Affleck es falocéntrica y en eso se parece a Freud que lo explicaba todo relacionándolo con " lo que tú sabes ".
Y lo es tanto, que le ha puesto cuatro noches de sexo en el contrato prenupcial a Ben. Dicen que el tipo desde entonces desayuna ostiones y criadillas para poder cumplir las metas del "reordenamiento" que le ha puesto la "portorra". Que los de Gardel eran 20, pero los de Ben son 50.
La realidad es una: Jennifer sabe cómo llamar la atención.
Es la escuela de Madonna y punto.
Una investigación seria reporta que el 80 y 90 porciento de las mujeres se cambian su apellido por el del marido al casarse en USA y UK respectivamente.
Menos España e Islandia, en Europa es una tradición que se mantiene. Y Grecia, que desde 1983 establece como requisito legal que las esposas conserven su nombre de por vida. Incluso en Noruega, que regularmente se clasifica como uno de los principales países en igualdad de género y tiene una historia patriarcal menos abierta, la mayoría de las mujeres casadas aún toman el apellido de su esposo. Allí, sin embargo, alrededor de la mitad de los que toman el nombre mantienen su apellido de soltera como segundo nombre, que funciona como un apellido secundario.
La realidad es que muchas lo ven " romántico" (no fue el caso de Tina Turner 😜). En esa línea están otras costumbres patriarcales, como que los padres entregan a las novias y que los hombres son los más propensos a proponer matrimonio.
A mi me parece muy bien romper con tradiciones patriarcales y hacer el mundo un sitio más igualitario.
Y eso que tengo amigos gays que, al casarse, han mezclado los apellidos de ambos en plan vikingos.
Al fin y al cabo, no hay obligación legal y cada cual que haga lo que le parezca.
Podríamos empezar por ser los hombres los que adoptaran el apellido de la mujer.
O no.
Mientras tanto, pisotean el derecho al aborto y se queman los bosques por el cambio climático.
Pero lo importante es JLo.
Te lo digo tó y no te digo ná.

 

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