Hoy es un día de esos en que el dolor de unos pocos puede crear vergüenza ajena en muchos.
Un pobre negro cubano, albañil de profesión, ha muerto en una cárcel cubana después de mas de ochenta días en huelga de hambre. No tuvo la suerte mediática de otros. Como el caso reciente en España de la saharawi Aminatou Haidar que fue imagen televisiva constante y recibió múltiples visitas de apoyo durante su huelga de hambre mientras abrigada, recibía líquidos, afecto y gestiones gubernamentales.
Orlando Zapata y Aminatou Haidar, desde perspectivas históricas y culturales disimiles, compartieron el disentir contra un gobierno y fueron consistentes con su actitud pro derechos humanos.
Es irónicamente curioso que el gobierno que dejo morir a Orlando ha apoyado desde siempre al Frente Polisario, el centro de las protestas y de la vida política de Aminatou. En una carta abierta fechada el 21 de Enero de este año, el Ministro sahauri de Relaciones Exteriores, Mohamed Salem Ould Salek, recibió un mensaje de su homologo de Cuba, en ocasión del XXX Aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, en la que ratifica"el firme respaldo" de Cuba a la justa aspiración y al legítimo derecho del pueblo sahauri a la autodeterminación.
En Aminatou y Orlando, la diferencia entre cima y sima no ha sido una letra sino la manipulación maniquea de los principios al gusto de la ideocracia, la misma que habla de fascismo comunismo o de un nazi judío según las coordenadas donde se emita el mensaje. Es la historia de la ideología convertida en dogma, la idea controlada por el prejuicio totalitario la que salva a Aminatou y condena a Orlando.
Hoy es día de dolor, de ese que Racine dijo que si se calla, es mas doloroso.
Descansa en paz , Orlando Zapata.
Comentarios
Un abrazo chavalote, y ya que veo que tienes blog, te sigo desde este momento :o)
Buen post Juan Carlos